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En su primera entrevista de 2015, el ministro de economía, Luis de Guindos anunciaba que la percepción de la crisis de los ciudadanos ha cambiado y que empiecen a existir varios indicadores de clara recuperación económica. Esta afirmación no ha sido bien recibida por la oposición y por los sindicatos, que consideran rotundamente falso que los ciudadanos hayan perdido el miedo y no creen que el absentismo laboral sea un buen indicador.

El secretario de la CCOO de Castilla La Mancha se ha pronunciado respecto a la subida de esta tasa y no considera que se haya perdido el miedo a ausentarse del puesto de trabajo, muchos trabajadores sienten “pánico” a perder su empleo y se ha disparado el consumo de ansiolíticos. De hecho, según el Barómetro Index Life, que fue publicado a principios de diciembre de 2014, el miedo a perder el empleo, la vivienda, la pensión y la salud siguen siendo los principales problemas de los españoles.

Tras estas críticas, el ministro de economía se ha visto obligado a reconocer que el número de desempleados en nuestro país todavía constituye un número bastante elevado, con una tasa de desempleo por encima del 20%, y teniendo en cuenta que más de la mitad de las contrataciones no se tratan de contratos estables.

Una investigación llevada a cabo por la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia ha demostrado que el miedo a la pérdida de empleo provoca poca una bajada de rendimiento laboral, insatisfacción y genera una falta de compromiso con su trabajo. Esta investigación se realizó a un grupo de 312 trabajadores de distintas empresas y con diferentes cualificaciones, mostrando que además la inseguridad se muestra de distinta manera según las características personales del trabajador, por ejemplo según sus estudios.

Este miedo a perder el empleo consiguió que el absentismo laboral se redujese a la mitad de 2008 a 2014, lo que demostró al principio de la crisis económica que las altas tasas de paro constituían una efectiva medida disuasoria a la hora de pedir una baja.

Desde el pasado año la tasa de absentismo laboral ha sufrido un considerable ascenso lo que según muchos expertos en economía supone un indicador de la recuperación económica. No hay que olvidar, que desde la última reforma laboral, los empleados ausentes por enfermedad no cobran el salario de las primeras tres jornadas de baja y los funcionarios el 50 por ciento, a no ser que exista un convenio específico de empresa, por lo que muchas familias en situación de crisis no se pueden permitir este tipo de situaciones.

Según un informe de Adecco, líder mundial en recursos humanos, informa que España se encuentra en segundo lugar por bajas laborales en los países analizados. Junto a esto, es necesario trabajar para que una vez acabada la crisis económica, el nivel de absentismo laboral no regrese a los niveles existentes que había antes del 2008, muy superior a la tasa actual. La media de días que un trabajador pierde por baja laboral se sitúa en 10,7 días al año, muy alejado de los 4,8 días que se ausenta de su puesto de trabajo un ciudadano estadounidense. Según Adecco, esta diferencia de días podría ser fruto de la generosidad de los distintos países respecto a la cobertura médica estatal, cuanto más generoso, más bajas laborales.  

Solo Suiza supera esta elevada tasa de absentismo laboral, con 10,9 días de media de baja laboral por media entre sus trabajadores. Entre las medidas que el Gobierno ha elaborado para mediar estos resultados, se encuentra la elaboración de unas tablas donde se establecerá la duración media de días de baja según la patología, para así tratar de evitar que los trabajadores pierdan un mayor número de días que no sean necesarios por enfermedad. El real decreto sobre incapacidad laboral pretende de esta manera endurecer el control del absentismo laboral.