Formación para investigadores privados
Publicado de Carande & Asociados en Noticias del sector · 21 Diciembre 2018
FORMACIÓN PARA INVESTIGADORES PRIVADOS
Cuando en Carande y Asociados hablamos de la profesión de investigadores privados en Sevilla es inevitable no pensar en Sherlock Holmes o Hércules Poirot, dos de los detectives más afamados de la literatura universal que, gracias a sus grandes cualidades y a su agudizado ingenio, resolvían cualquier caso que tuvieran entre manos. Esta profesión siempre ha sido muy novelesca. Hoy en día, según datos del Instituto Nacional de Estadística, somos 3.712 personas las que nos dedicamos a ella.
Para ser detective, hay que cursar estudios universitarios en aquellos centros que posean una autorización de la Unidad Central de Seguridad Privada, un órgano que está habilitado en el Ministerio del Interior. Para acceder es imprescindible presentar el título de bachiller, de técnico superior o de otros estudios equivalentes a efectos profesionales.Además de los estudios exigidos, estos centros recomiendan que todos los alumnos que quieran dedicarse a esta profesión tengan una serie de aptitudes: Paciencia, capacidad de observación, estabilidad anímica, buena forma física y capacidad de adaptación. Hoy en día, también es importante conocer varios idiomas y tener conocimientos técnicos sobre nuevas tecnologías.
En España no hay muchos centros en los que se puedan cursar estos estudios. Lo más importante es asegurarse que la universidad o la academia están reconocidos por el Ministerio del Interior ya que en caso contrario no se podrá conseguir la tarjeta de identificación profesional que habilita para el ejercicio de la profesión.
Desde Calande y Asociados, como investigadores privados en Sevilla con una amplia experiencia en el sector, queremos destacar que los casos a los que se dedica un detective son muy variados: Económicos, laborales, financieros, personales… No obstante, siempre hay una serie de límites que no se deben sobrepasar como la investigación de un delito perseguible de oficio o el uso de información confidencial en el propio beneficio.