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En la actualidad, hasta un millón de personas faltan a su puesto laboral cada día. Una cifra muy negativa para la economía española, pues el porcentaje que tiene España en estos momentos de absentismo laboral suponen un coste de alcanzan los 8.000 millones de euros para las empresas, donde están incluidas las públicas como la Seguridad Social. Unos datos que además tienen una repercusión en el 5% del PIB entre costes que son tanto directos como indirectos.

El índice de ausencia laboral diaria en España es uno de los peores del continente europeo. Como consecuencia, además del impacto negativo que este hecho tiene para la economía de nuestro país, ha dado lugar a que la ausencia en el trabajo haya provocado una caída de la productividad, que se debe en un 31,6% a los casos inesperados y en un 15,2% a los planificados, según los datos aportados por el informe de Ausencias de los Empleados en Europa del pasado año 2014. Esta bajada de la productividad coloca a España entre los países que tienen una mayor cantidad de horas de trabajo, en torno a unas 1.800, a la vez que la sitúa entre los que tienen una productividad menor por hora trabajada, sólo superada por Portugal y Grecia.

A pesar de los malos datos registrados en cuanto al absentismo se refiere, tal y como indican los economistas, este fenómeno sigue un periodo anticíclico con respecto a la economía. Esto quiere decir que cuando esta última pasa por sus horas bajas, como la recesión que ha tenido lugar en los últimos años, el absentismo laboral disminuye, mientras que cuando la economía se recupera, el absentismo se incrementa y alcanza los peores datos. Normalmente, en tiempo de crisis la explicación está en el miedo de los trabajadores a faltar a su puesto laboral ante la posible pérdida de su trabajo. Un miedo que desaparece cuando las tasas de paro son bajas y encontrar trabajo es una tarea mucho menos complicada.

Según los expertos en la productividad laboral, combatir el absentismo pasa, en primer lugar, por una racionalización de los horarios, pues es la causa principal a la que está ligada este hecho. Por lo que a las empresas se refiere, ya se trate de grandes corporaciones como pymes, es imprescindible que estas busquen a empleados más involucrados y con una mayor capacidad para gestionar su tiempo laboral. Aunque la responsabilidad no cae únicamente en los trabajadores, ya que las empresas deben tener toda la información requerida sobre los empleados, su asistencia y su trabajo por horas, a la vez que es necesaria la libertad para elegir turnos y para la autonomía sobre la labor realizada por parte de los empleados, pues ello mejorará no sólo las relaciones trabajador-empresa, sino también la productividad y, por tanto, los beneficios desencadenantes de dicha corporación.

Es importante, como apuntan los expertos en esta cuestión, las labores de concienciación para que los propios trabajadores sean conscientes de lo que supone no acudir a su puesto laboral de forma injustificada. También es fundamental destacar la bonificación, utilizada por algunas empresas para agradecer a los trabajadores su compromiso de alguna manera, así como el hecho de evitar mezclar la vida personal con la laboral, y que en muchos casos tanto afecta a las empresas. En algunos casos, la solución pasa por la contratación de detectives privados para la investigación de aquellos trabajadores que suelen ausentarse y donde la solución está lejos de encontrarse.

La implicación y la colaboración entre la dirección de una empresa y sus empleados parecen ser los puntos claves para superar cualquier contratiempo laboral, implicando ello la superación de problemas que afectan gravemente la salud de la economía como el absentismo laboral, que en la actualidad se traduce en 221 millones de días perdidos de forma anual.