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Pedro García Aguado comenzó su carrera deportiva en la escuela de waterpolo de Madrid con solo 12 años y posteriormente residió en Barcelona donde desarrolló su etapa formativa en la élite del waterpolo, donde vivió independizado y comenzó su etapa más oscura que le llevó a ser expulsado del equipo español de waterpolo  justo antes de las Olimpiadas de 1992, tras confesar su adicción a la cocaína.

Ahora vive una de las mejores etapas de su vida, tras publicar su libro autobiográfico “Mañana lo dejo: confidencias de un campeón olímpico que venció a las drogas y al alcohol” y presentar el programa Hermano mayor, en el que ayuda a jóvenes y familias en conflicto. Esto le ha hecho ser un personaje relevante en el panorama mediático, siendo entrevistado en diversas ocasiones por las cadenas televisivas españolas.

En los últimos años se ha multiplicado este tipo de contratación y en la mayoría de los casos se ha podido resolver las dudas sobre el comportamiento de los menores, lo que supone una gran ayuda ya que la familia puede apoyar al menor en los problemas sean del tipo que sea, de manera que cuanto antes se detecta antes se podrá solucionar. Existen casos en los que las familias contratantes no tienen sospechas sobre la actitud del menor, sin embargo deciden contratar un detective privado para saber los lugares que frecuenta durante los fines de semana, ya que así “se quedan más tranquilos”, conscientes del peligro de la noche.

La rapidez en tener una información veraz puede marcar el futuro del menor en casos de adicciones a drogas como el alcohol, la marihuana, cocaína… ya que los jóvenes españoles pueden tener acceso a este tipo de sustancias con relativa facilidad. Según un informe del Ministerio de Sanidad, la edad de iniciación al consumo de alcohol es cada vez menor, los jóvenes españoles con 13 años pueden empezar a tener algún contacto con bebidas alcohólicas. Además, las drogas son la causa del 50% de las muertes violentas entre jóvenes entre 13 y 20 años y un 20% de los jóvenes admite consumir habitualmente drogas blancas como el hachis o la marihuana, según datos del mismo informe.

La ludopatía es otro de los problemas por los que una familia observa comportamientos diferentes en el menor y se animan a contratar a un detective privado. Este problema suele estar asociado al consumo de alcohol u otras sustancias, lo que agrava la situación. Esta adicción al juego puedo provocar conductas violentas en el entorno familiar, por lo que el detective privado puede confirmar la causa de este comportamiento para poder solucionarlo sin ocasionar conflictos hasta que no se esté seguro.