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Además de estas razones de credibilidad y mejor adaptación, destacan, entre otras, la discreción y la capacidad para pasar desapercibidas, ya que, aún hoy, es raro pensar en la figura de una mujer como detective privado. Según Martí, que cuenta ya con 30 años de experiencia en el sector como investigadora privada, "cuando realizas una llamada telefónica dentro de una investigación nadie sospecha que la mujer que está al otro lado es una detective privada".

Y no resulta extraño que cueste vincular la imagen de una mujer con la característica gabardina, el viejo periódico, la lupa  y esos grandes aires de misterio.  Se trata de un rol tan adquirido y consolidado a través de la historia de la literatura inherente a  figuras masculinas tan peculiares y conocidas como Miss Marple,  Sherlock Holmes, Hércules Poirot o August Dupin.

Es así un papel tan clicheado que hace que las mujeres detectives se muevan con mayor soltura y no despierten tanto recelo a la hora de inmiscuirse en ciertos asuntos. Es el poder de pasar desapercibida lo que le permite también que otras puertas se le vayan abriendo por el camino de la investigación.

Por otro lado, apunta Ángela Martí, las mujeres tienen mayor poder de camuflarse ante situaciones de investigación cuando se trata de hacer seguimiento fuera de la oficina, es decir, pueden cambiar de apariencia con mucha más facilidad y apariencia, lo que les facilita dicho trabajo.

Por otro lado,  son cualidades y características esenciales que deben adquirir para llegar a ser buenos detectives privados el poseer una memoria excelente, un pensamiento lógico aplastante  y bastante dosis de objetividad. Además, es importante manejar cierta cultura psicológica, sociológica, antropológica,  humanística,  y como no,  criminológica.

Entre otros aspectos con los que debe contar la  personalidad de la  profesional destacan la honestidad, el ser reservada, la tenacidad, el arrojo, la veracidad, y resulta imprescindible, la inescrupulosidad.

Otros aspectos que ayudan al papel de la mujer detective son las habilidades que podemos destacar como especialmente femeninas. El hecho de ser hábil y diestra a la hora de enfrentar situaciones problemáticas. Es cierto además, que las mujeres son más pacientes y tienen más tacto a la hora de captar todo tipo de detalles. Son grandes observadoras, con gran capacidad para gravar en su mente los detalles y llegar a conseguir la interpretación perfecta a través de su capacidad de análisis y síntesis a través de razonamientos lógicos tanto deductivos como inductivos.

Si reúne más de uno de estos requisitos y está aburrida de su actual profesión. He aquí una estupenda posibilidad para dar algo de emoción a su vida con o sin gabardina.